Debemos tener en cuenta algunos puntos destacables para planificar la empresa de la forma más eficaz posible. Hay que fijarse detenidamente en ciertos factores que, muy probablemente, se darán en el proceso de puesta en marcha de la empresa y que determinarán su continuidad. No hay ninguna forma certera de saber qué resultados obtendremos, así que al menos intentemos prever qué situaciones pueden darse.
Alguno de los errores más comunes a la hora de iniciar un negocio son:
- Competencia: es obvio que existirán otras empresas semejantes a nosotros en nuestro ámbito comercial, es un error no prestarles atención y creer que podemos superarlas o ignorarlas. Busca cuáles son tus competidores y aprende de ellos, sólo así podrás buscar ventajas diferenciadoras.
- Planificación: aunque pases todo el día pensando en tu nuevo negocio, lo mejor es hacer una planificación seria por escrito para organizar tus ideas y no olvidar ninguno de tus objetivos. El plan de negocios es un paso esencial a la hora de comenzar a gestionar tu establecimiento. Quizá requiera un poco de tiempo y esfuerzo, pero luego lo tendrás todo mucho más claro.
- Marketing: a veces vemos las estrategias de marketing como una cuestión accesible sólo a las grandes empresas, sin embargo, esto no es correcto, y debemos buscar los medios y formas adecuadas para cada empresa. Si no te das a conocer podrás tener los mejores productos pero nadie lo sabrá. Invertir tiempo y algo de dinero en un marketing eficiente reportará sus beneficios a medio plazo.
- Fondos: los primeros pasos de una empresa a menudo son algo precarios, siempre surgen más gastos de los que se planean y los fondos no alcanzan. Se debe tener un exhaustivo control de los gastos y realizar presupuestos coherentes, recortar o aumentar donde haga realmente falta, esto se traducirá en inversiones rentables.
- Cliente: tu empresa tendrá sentido a través de los clientes. Si montas un negocio estrictamente a tu medida es posible que ignores los deseos de los demás. Cada negocio requiere un estudio de mercado del sector para saber a quién se dirige y qué es lo que debe ofrecer, un cliente contento es un potencial futuro comprador y, desde luego un arma esencial de marketing.
- Actitud personal: empezar es siempre difícil pero no se puede desistir antes de tiempo. Todo negocio necesita un tiempo de consolidación y desarrollo. Analice progresivamente la situación de su empresa y deduzca cuales son los puntos a mejorar. Sólo con buen ánimo y ganas de progresar podrá llegar donde usted quiera.
- El espíritu del emprendedor requiere buenas dosis de paciencia así como un entendimiento multidisciplinar. Necesita capacidad de acción, decisión y supervisión, en diferentes aspectos. Como puedes observar, son muchos los factores a tener en cuenta, la mayoría pueden controlarse, no obstante, esto es una tarea muy laboriosa.
Así, a un emprendedor no le puede faltar:
- Tener ilusión. El entusiasmo, la motivación, etc., serán el mejor combustible en los primeros pasos de la nueva iniciativa.
- Tener confianza. Eso implica afrontar con ánimo las épocas menos buenas y tener claro en todo momento que nada se consigue en un día ni dos.
- Ser optimista. Las cosas siempre se pueden ver por un lado mejor, lo que no significa que se deba caer en la auto-indulgencia.
- Tener capacidad de actuar y querer aprender. Es decir, que se debe conocer lo que se hace y esforzarse por aprender lo que no sepamos. El emprendedor por definición es una persona inquieta y debe demostrarlo de la mejor manera, con acción.
- Ser paciente. La paciencia será nuestra mejor aliada. El emprendedor debe saber que crear y hacer crecer algo es un tema de plazos y éstos suelen ser largos. Las historias de éxito en poco tiempo o sin esfuerzo pueden existir, pero son la excepción a la regla y no el patrón general.
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